lunes, 8 de septiembre de 2008

Metafísica regional


Tener estilo, chispa, glamour o una forma determinada de abordar las situaciones no es algo con lo que todo el mundo nazca. Digamos que aunque haya personas que posean una elegancia nata, un porte y un saber estar que parece situarse en los genes, esto no suele ser así.

Sin embargo, se puede enmendar el desastre y aprender; que es más o menos lo que hacemos todos: mirar, copiar, aprender y, solo en algunos casos, dar el salto para crear. Esto último requiere de cierto coraje más propio de entornos plurales.

Toda mi vida he vivido en una ciudad donde la palabra "maricón" estaba a la vuelta de la esquina. Y no me extraña; sólo hay que ver cómo viste quien lo dice. Es algo que sobrecoge mi atención.

¿Qué pensarían de un hombre que se tiñe el pelo, se depila todo el cuerpo, escroto incluido e incluso las cejas, se perfora cartílagos por doquier y además no escatima en avalorios para salir a la calle? Se que un irremediable y fugaz pensamiento anclado a un estereotipo horrible está pasando por su mente: "maricón, seguro."

Pues no. Ese es uno de los encantos, si se le puede considerar así, que Murcia tiene: la ambigüedad. Y es algo que se distribuye desde la capital hasta los lindes de la Región en intensidades exponencialmente decrecientes.

Por eso pensé que unos cursillos o incluso unos folletos podían ser útiles para acabar de una vez por todas con esta indecisión. Pero despojar a Murcia de su ambigüedad sería similar a demoler el acueducto de Segovia o la Pedrera de Gaudí en Barcelona.

Murcia es ambigua. Antigua también, pero sobre todo ambigua . Mirar a un chico por la calle puede pasar inadvertido, que os sonriais mutuamente o que sea lo último que hagas. Es lo que tienen de emoción los pepinillos de la huerta: algunos muerden y otros no.

La forma de vestir, de caminar, de actuar, son expresiones tajantes de lo que buscamos y lo que ofrecemos. Forma parte de un lenguaje no escrito, tan efectivo como la publicidad subliminal.

El problema aparece cuando emisores y receptores poseen distinto código.






Dibujo. Desde el Fuerte de Navidad
Puerto de Cartagena.

8 comentarios:

jorge dijo...

aunqe me llames vago, eso, mucho más complejo, del emisor, receptor, codigo etc, es algo de lo que he aprendido este año,

jajaja lo das en lengua en la eso, xo como ya he dixo, muxo más complejo...jum


el canal, el contexto tanto de la situacion como de todos los participantes, fisicos y abstractos, en la comunicacion son aspectos a tomar en cuenta...

en murcia, ambigua o no, es como en marruecos(jeje) si me apuras...


y ya sabes...marruecos no tiene nada de malo

Anónimo dijo...

jaja k murcia sea ambigüa es el royo siempre... el verano k nos hemos pegado de risas, miradistas y gilipolleces no hubiera sido = si no hubiera sido en MURCIAAA k hermosa eres.. a veces

Nacho A dijo...

ultrabronceados, ultradepilados, peliteñidos y con joyones y abalorios...y heterones ,si, conozco esa tribu, también está implantada en Canarias.

Anónimo dijo...

En Donosti también hay de esos, pero el ayuntamiento les prohibe salir por el centro, ya que afean el paisaje... Sería genial, no crees? Hasta pronto!

Anónimo dijo...

Ay, ay Murcia que hermosa eres! con su ambigüedad y su doble cara... para mi sigue siendo un lugar muy especial, lleno de emociones... donde nunca sabes realmente lo que puede pasar... señorito me esperaba un post mas largo la verdad, que sino se me hace esto muy corto....
mua!

jorge dijo...

como te pasas

.elena ortiz dijo...

hola, aqui una amiga de jorge :)
solo me paso para decirte que me encanta como dibujas. de verdad :)
tienes mucho talento.
un beso
de una murciana...

Anónimo dijo...

Para Adrián, con mucho amor.


:)