jueves, 6 de noviembre de 2008

I am






Lo confieso. Soy un adicto.

Y lo peor de todo es que esto no ocurre desde hace poco, sino que me ha acompañado toda mi vida, o al menos desde que yo recuerdo.

Al principio, y conforme fui creciendo, pensaba que solo eran cosas de niños, que son más endebles, menos hombres. Y por contra de lo duros y robustos que puedan parecer los hombres, seguramente también sean capaces de sentir con esa ternura semirrígida y heterosexual que les envuelve.

Puede que parte de la culpa la tenga Disney, o eso es lo que pienso cuando le busco algo de lógica a todo esto. Tanto color, tanto sentimiento y todo tan animado entra fácil por las pupilas de cualquier imberbe; y cala hondo, claramente. Sin embargo, Disney ha compartido la infancia de tantos otros que no sufren lo que yo porque no están enganchados.

Y es que siento un mono tan fuerte a veces que me podría comparar con un heroinómano. Y me sigo preguntando por qué yo; por qué a mi. De alguna manera sentir es algo que nos ocurre a todos, aunque no sepamos a ciencia cierta la magnitud o tipología de los sentimientos ajenos; al igual que ignoramos la percepción del mundo en ojos de otros.

Soy adicto a sentir, a besar, a abrazar y a que me abracen. Me reconozco débil y blando; y duro y fuerte en otras cosas. Aparento seriedad para esconder mis miedos y finjo seguridad y autoconfianza para ocultar mi timidez en público.

Soy dependiente; de los que no les importa abrazar pero prefieren que les abracen; de los que, como todos, desayuna cereales cada mañana y si los hay, los prefiere de chocolate. Soy de los que, pasado un mes, echan de menos a su madre aunque se lo callen.

De los que a veces se saturan y gritan tapándose la boca con la almohada o se desahogan entre
risas y lágrimas con alguien cercano, terminando en ese estado de embriaguez abstemia que tan cansado me deja.

Soy uno de esos que encuentra en el chocolate y el helado un consuelo fácil, pero siempre acompañado. De los que lo dan todo si creen que algo merece la pena. De las heroínas de los comics que luego se despiertan y vuelven al mundo real.

Soy de esos que de vez en cuando piensa en quién es y adonde va, pero sabe de dónde viene. Soy tan débil y tan frágil, tan fuerte y resistente como humano. Soy honesto, en parte, o al menos lo intento ser conmigo mismo. Soy de los que dicen ser débiles para luego demostrarse que no lo eran tanto.

A veces pienso que el mundo está dividido. Que somos polares y adictos. Dependientes. Que los hay que dependen de otros y también los hay que dependen de que dependan de ellos. Ambos extremos tan carentes el uno como el otro. Tan necesarios y necesitados.

De alguna forma al nacer, al crecer, algo nos determina. Como si alguien nos esperara con un hierro candente para marcarnos. Y la cicatriz está ahí. Cuando estremeces, cuando te erizas de frío, cuando te pierdes en el calor del otro. Sólo tienes que acariciarte la nuca para que el escalofrío te recuerde qué eres.

En mi caso, se que todo esto viene de atrás, de mis carencias. Lo se, lo afirmo y lo asumo. Porque sólo así se vive bien con uno mismo.

Y me desnudo sistemáticamente aquí, sin motivo o causa aparente; quizá para mostrar que no hay porqué ser fuertes y todopoderosos, sino humanos. Con toda la belleza de la imperfección que nos caracteriza.





Imagen. Portada del proyecto "Silva Silvae"
En colaboración con Álvaro Borrajo y Laura Migueláñez. (¡Qué grandes sois!)
Madrid 20.10.08

7 comentarios:

Pepinillo dijo...

el otro día estaba leyendo mi libro forrado de hombres lechuga y apunte en la moleskine: Y es que nada hay tan difícil como cerrar por amor la mano abierta y avergonzarse de dar, suena un poco pedante así dicho por mi, pero me recordó esto, el abrazar y ser abrazado.
Necesitamos los huevos, ya lo dijo woody ;)
http://es.youtube.com/watch?v=8m-tf_ofhfU

mua

Pepinillo dijo...

por cierto, que foto tan bonita, con ese azul pen drive tan intenso...
XD

freshlovers dijo...

azul klein!!! xDDD

jorge dijo...

"Soy dependiente; de los que no les importa abrazar pero prefieren que les abracen; de los que, como todos, desayuna cereales cada mañana y si los hay, los prefiere de chocolate."


como me ha gustado esa frase
y la actualización

jorge dijo...

prefiero un café

Anónimo dijo...

en mi humilde opinion no hay que mostrarse serio para confiar en uno mismo...yo creo que reir es una de las cosas mas bonitas de este mundo y no hay que privar a nadie de nuestra felicidad...muchas veces, yo persona totalmente insegura, gracias a estar riendome todo el día he conseguido que gente que no me conoce crea que tengo mucha confianza en mi..el problema es que luego me conocen y dicen pues no...¿porque no se pueden quedar con la primera impresion? jeje
un abrazo

A Minor Setback dijo...

Me gusta. Y mucho. Te agrego a mi lista de blogas sin dudarlo :)